Yin Yoga
Haz menos y hasta verás que a veces pensábamos que el mundo daba vueltas porque estábamos haciendo girar una manivela.
Clarice Lispector
Necesitamos un equilibrio de Yin y Yang para nuestra salud y bienestar. Estos dos principios
tienen que entrelazarse en un flujo contínuo, como lo hacen la noche y el día, para que el Qi o
energía esté en armonía.
Pero nuestra vida occidental es eminentemente Yang, enfocada en la acción, la productividad, el
movimiento y estimulación constantes. Incluso el Yoga actual ha derivado en sus formas más
activas o musculares.
Equilibrar es cultivar estos aspectos más Yin, el descanso, la interiorización, la suavidad, la
paciencia y la escucha.
En qué consiste una sesión de Yin Yoga:
Físicamente es una práctica estática, que estimula los tejidos más profundos y menos elásticos: fascia, tendones, ligamentos, huesos,…aportándoles hidratación, fortaleciendo y elastificándolos.
Adaptamos las posturas a las particularidades de cada cuerpo, de acuerdo a los principios de la
anatomía funcional y permanecemos en ellas entre 3 y 10 minutos usualmente, estimulando también los meridianos o canales energéticos.
Una sesión de Yin Yoga es abrir una pausa en el día para la lentitud y la contemplación, para la
sencillez, que ofrece también sus propios retos.
Una práctica accesible y adecuada para relajar, desestresar y muy interesante también para
deportistas o practicantes de otras formas de yoga dinámico.